Colombia afortunadamente cuenta
con una historia bastante enriquecedora en la radio, quizá es un tanto
misteriosa si se habla de la otra radio que ha habido fuera del duopolio de
Caracol y RCN, de este último con muchas dudas de su origen, a pesar de que en
2008 al igual que Caracol Radio, también celebró 60 años, pero ellos
supuestamente tienen más años, obviamente con otros nombres antes de llamarse
RCN y hasta se dice que se inicia en Barranquilla siendo la primera emisora
comercial y obviamente para ya en 1940 contar con la primera radio pública
lanzada con bombos y platillos por el entonces presidente Eduardo Santos en el
memorable anuncio que ha quedado grabado para la posteridad y que repitieron
mucho por los recientes 75 años de esa radio que aunque ha pasado por “errores
de nombres corporativos” como el hecho de llamarlo “SEÑAL RADIO COLOMBIA” un
nombre que no representaba nada, ni siquiera era audible decirlo y todos los
medios públicos añadiéndoles la palabra “SEÑAL” incluso para el instituto que
regula estos medios, era simplemente una tontada de quien sabe quién, la directora de RTVC, publicistas, políticos…en
fin, la verdad no sé, la Radio Nacional es una radio que puede que no sea la
mejor actualmente, la respeto mucho.
A través de esa historia millones de
colombianos que han pasado por las diferentes etapas de radio hasta el día de
hoy nos podemos dar el lujo de que nos encontramos con personajes diría yo,
ilustres, caballerosos, talentosos o simplemente genios, que sin duda le han
dado su sello y definieron las características de nuestra radio, una radio que según
ellos comentan se ha hecho con las uñas y literalmente sin pago, quizá eso
ayudó para que ellos ‘le cogieran’ amor por esa maravillosa profesión de la
modulación vocal o más bien, la de locutor. Muchos de ellos sobreviven y tienen
la dicha de decir que conservan su voz y sigue siendo enérgica como en sus
momentos más gloriosos. Son pocos pero siempre sobresalen, pero debo decir que
esas personas ya con una vasta experiencia y con el respeto y la credibilidad
de miles de oyentes que han puesto cada uno de sus radios en un solo dial por
su voz, se están quedando cortos en sus argumentos y hasta quejándose de los cambios que hay, es
verdad que a ellos les afecte el irrespeto que ha tenido el estado en quitar el
sistema de licencias del ministerio de comunicaciones con su número o clave que
con orgullo decían cuando salían al aire en radio o en televisión con la excusa
de que había que tener una mayor libertad de expresión permitiendo que más
personas accedan a los medios masivos, cosa que tiene mayor contundencia a la
hora de evaluar nuestro nivel de equidad. A saber que muchos de ellos, el
puntual ejemplo de Jorge Barón que tuvo profesiones diferentes antes de entrar
a la radio y muchos otros que entraron por talento y de forma empírica, otros más
que llamaron la atención haciendo perifoneo en las grandes ciudades y que
fueron pasando sus hojas de vida a las grandes cadenas radiales, el hecho es
que para mí, con el hecho de quitar esa ley evitamos que las radios se
volvieran cuadriculadas como si fueran colegios y les dieran oportunidades a la
gente del común, quizá a la gente que no
tuvieron forma de convencer a las grandes empresas sino que se fueron por la
academia y estudiaron o personas que directamente conocieron a gente de radio sin ser necesariamente comunicadores
sociales y sin técnicas de modulación de voz, debo decir que permitió que la
radio de una vez evolucionara y le diera paso a cosas diferentes y espontaneas,
se quedan atrás las emisoras compuestas de personajes que por ejemplo, solo
leen noticias y ya, a cambio de personas que leen noticias, comentarios, opinan
y conocen más la vida para dar una versión de los hechos más contundente que no
la pueden dar las personas que solo tienen voces para leer y leer a pesar de
que sé que tienen una opinión y una forma diferente de dirigirse al público
fuera del aire porque también tienen emociones. Habría que aprovechar esas
cosas para la radio de ahora. Pero sin duda la radio que se queda atrás y que
deja esa nostalgia, es solo por la decencia al hablar, al dirigirse al oyente
como el eje de una radio, saludar correctamente, al ser entendible y al ser un
buen seleccionador de música, indicada para cada formato radial, de ahí la
queja justificada de esas personas, tienen razón, oír a unos pendejos hablando
boberías después de haber oído algo de reguetoneros con ediciones de Auotune
dan ganas de apagar la radio y de paso botarla a la basura. No habría que dejar
ir esas voces y de paso considero que esas personas tienen tiempo para darse
una oportunidad participando en una radio de estos tiempos y dando ejemplo de cómo
se debe hacer para tener los modales necesarios para estar al aire, en vez de resignarse, creyendo el error de que sus estilos que
fueron buenos en las radios de antes y que son las que perduran sin darle cabida a lo nuevo, que ha sido de errores, pero que también ha sido bueno, quedándose en
sus radios de AM. Creo que aún es tiempo de aprender y de poder oír sus voces en otros
campos.