jueves, 27 de marzo de 2014

Recibidos por correo electrónico: Carta de una exseguidora a Darío Arizmendi

Este es uno de los artículos que me envía un amigo por correo electrónico que ha sido de gran interés para mi por el hecho de que me hace conocer cuales son las verdades que con tanto recelo nos ocultan los medios de comunicación sobre temas políticos o de actualidad nacional y que ahora con esta tecnología podemos tener acceso, lo que hago yo aquí es tratar difundir la información vista. Aunque creo que este artículo lo conocen muchos, pero de todos modos, lo comparto por el hecho de que hay mucha gente también que no lo ha leído, las personas que siguen escuchando Caracol Radio y que hacen que sus periodistas alardeen sobre sus niveles de audiencia, a esas personas les quiero llegar y para ellas es este artículo.
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Fuente: http://www.las2orillas.co/carta-de-una-seguidora-dario-arizmendi/

A usted lo conocí una mañana en aquellos días donde tanto la profesión como los años fueron alejándome del egocentrismo y la indiferencia y poco a poco me fui interesando por la situación de mi país. Fue una mañana en la que buscando una música agradable para comenzar el día, encontré de casualidad unas palabras que en ese momento percibí cargadas de sabiduría y verdad. Desde ese momento fue para mi indispensable acercarme a la realidad de mi país por medio de su programa. Desde ese momento inicio mi camino hacia el descubrimiento de aspectos que antes para mí carecían de importancia como la economía, política o la realidad social, a indignarme de noticias que se repetían día a día y hasta ir en contra o a favor de ciertos personajes que en su programa eran considerados “buenos o malos” políticos. Como no creerle a una persona con tanta trayectoria y experiencia!


Por eso en ese momento le di las gracias por abrirme la puerta a la realidad pero en especial a esa curiosidad y sed de información.
Pero poco a poco me fui alejando de usted. Esa misma sed de información que gracias a su profesión adquirí, que me fue llevando por otros caminos, otras visiones, otras perspectivas y lo único que me quedo fue decepción.

Decepción al ir conociendo la realidad y que esta ya no fuera acorde a lo que solía oír todas las mañanas. Que al poner la radio me llenara de desconcierto saber que sus tantos años de experiencia no reflejaran la objetividad en el ejercicio de su profesión, sabiendo la gran influencia que tiene en una gran cantidad de colombianos.
Esa decepción que poco a poco se fue colando y que me llevo no solo a la decepción frente a un solo personaje, si no a un gremio entero, al darme cuenta que usted no era el único que actuaba de esta forma, también muchos otros periodistas que tienen la misma responsabilidad que usted al influir en el pensamiento, opinión y de cierta forma ignorancia de la población.
Con esto no me refiero a que todos los periodistas sean como usted, pero es la gran mayoría y en especial aquellos que pertenecen a los medios tradicionales de comunicación y que dejan de lado la ética para actuar movidos por intereses personales o intereses de aquellos para quienes trabajan, sesgando la información, favoreciendo cierta clase política y reparten discursos que invitan a la parcialidad, intolerancia y exclusión, aspectos que considero son los pilares dei de ese conflicto que vivimos en nuestras ciudades y que hace parte de uno de los pilares de el patrón cultural de violencia que vivimos día a día.

Por esto concluí, señor Arizmendi, que ni usted ni “los grandes periodistas” de nuestro país contribuyen a el crecimiento de Colombia, por que no invitan a la gente a la crítica, por que llenan las palabras de emocionalidades individuales inútiles eliminando el dialogo y la inclusión.
Después de prender el radio en muchas ocasiones para darle la oportunidad de recuperar mis afectos y de cambiar el dial o simplemente volver a preferir la música agradable para comenzar el día sobre las nauseas de escuchar sus opiniones egolatrías, tome la decisión de no darle mas oportunidades y deje de oír su canal y de frecuentar los canales privados en forma de una protesta personal (los noticieros ya no aportan a la razón, y las eternas novelas solo perpetúan la ignorancia)
Sin embargo esta mañana no podía conciliar el sueño y olvidando los viejos rencores que me separaban de usted decidí volver a escuchar su voz, pero de nuevo me lleno de rabia al oírlo a usted y compruebo de nuevo lo que hace un tiempo ya había descubierto.

He oído aquello que se le llama plasticidad cerebral, que es aquella capacidad que tiene el cerebro de adaptarse a aquellas señales que recibe del mundo externo y que permite crear nuevas redes para una mejor percepción de la realidad. Sin embargo, en la medida en la que el ser humano llega a la adultez, esta plasticidad cerebral se reduce, es decir, poco a poco la capacidad de crear nuevas redes para comprender la realidad se reduce, así los esquemas que se han creado a lo largo de la vida se son mas difíciles de modificar.

Esta mañana después de analizar sus palabras y en búsqueda de una escusa para no derrumbar del todo su imagen frente a una exseguidora suya, concluyo que no es que lo que usted haga realmente tenga la intención de repartir ignorancia y odio, pero concluyo que los esquemas de exclusión y tradicionalismo que ha adquirido, ya no son tan útiles para comprender la realidad con las exigencias de progreso que requiere la situación actual de Colombia.
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No falta el ciudadano que piensa que por el hecho de poner estos artículos soy oportunista para promocionar el blog, ud saben, mi unico interés para este blog es que la gente conozca más y tenga en cuenta otros puntos de vista diferente a los medios y particularmente siendo más crítico con los medios de comunicación de nuestro país.  


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